Asesoramiento en operaciones bancarias: ¿Qué diferencia hay entre un crédito y un préstamo?

Si queréis disponer de dinero y una de vuestras soluciones es adquirir un contrato bancario, el asesoramiento para saber las diferencias entre un crédito y un préstamo es primordial para decidir el más correcto

Un empresario debe saber que operaciones bancarias existen para disponer del dinero suficiente para su actividad. Puede ocurrir que si no se dispone de suficiente información sobre las diferencias entre los dos contrarios bancarios a utilizar, crédito o préstamo, se cometa el error de contratar el equivocado. Por ello, un correcto asesoramiento sobre estos contratos es de suma importancia y desde aquí te lo proporcionamos.   

El préstamo es aquella operación financiera en la que una entidad o bien una persona física nos entra una cantidad de dinero siempre y cuando le devolvamos esa cantidad más unos intereses, siempre dentro de un plazo pactado. La devolución del préstamo se realiza mediante unas cuotas fijas, ya sean mensuales, trimestrales, semanales… Estas condiciones se pactarán siempre antes de que se nos entregue el dinero, y ambas partes deben aceptarlas. Los préstamos se suelen utilizar para financiar bienes o servicios  del que no podamos saldarlos con todo el dinero en efectivo, como la adquisición de un coche o una vivienda.

En cambio, un crédito se refiere a la cantidad de dinero que una entidad bancaria pone a disposición de un cliente, siempre con un límite. No tiene que entregarse al inicio de la operación, como sucede con el préstamo, sino que el cliente podrá utilizar este crédito según sus necesidades. En este sentido, el cliente podrá tener acceso a una cantidad de dinero fija en el momento en el que considere oportuno, y se cobrará una comisión mínima sobre el saldo no dispuesto. Conforme el cliente vaya haciendo uso de este dinero, la cantidad se irá reponiendo, siempre dentro de los límites originales.

 Asesoramiento en operaciones bancarias

Según para qué deseamos la cantidad de dinero, debemos valorar cuál de las dos prestaciones nos conviene más para elegir la más acertada, así que lo primero que hay que plantearse es ¿para qué necesito el dinero?

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