¿Estás preparado para emprender?

Emprender significa barajar todas las posibilidades disponibles para poner en marcha nuestro negocio y conseguir mantener una correcta gestión en toda nuestra trayectoria y no todas lo consiguen

Normalmente, los primeros años de nuestra actividad empresarial sirven para ganar experiencia, ya que emprender conlleva un riesgo con su correspondiente incertidumbre y no hay otra manera, que con el paso de los años, de ir aprendiendo. 

Lo que también suele ocurrir es que un alto porcentaje de empresas quiebran en el primer año y, si logran salvarse y remontar, no duran más de cinco o seis años. Existen múltiples factores que influyen en este fracaso empresarial: frustración, irresponsabilidad, desorden, etcétera. Desde aquí, te damos 10 pautas importantes para que tu empresa no caiga en picado:

– Experiencia: si es tu primera empresa no hay ningún problema. Esta pauta a lo que se refiere es a la necesidad de ser precavido. Conoce y estudio a fondo tu estrategia, tu producto o servicio y las posibles manera de gestionar tu actividad posibles y escoge la opción correcta. 

– Mirar siempre en la misma dirección: a menudo, nuestra avaricia que va unida con nuestra necesidad de querer conseguir beneficios, más pronto de lo que debemos, nos lleva a olvidarnos del camino que nos habíamos marcado en un principio. Esto es algo que va a jugar en contra de nosotros en todo el proceso. Debemos tener claro hacia donde queremos ir y caminar en esa dirección de principio a fin.

– Estrategia de marketing: algo en lo que los emprendedores no suelen poner mucho ímpetu es en la estrategia de marketing. Gran error. Una vez ya tienes tu producto dispuesto para salir al mercado, la forma a través de la cual vas a presentarlo a la sociedad es en lo que debes ocupar la mayor parte de tu tiempo. 

– Dinero: no es un factor importante en cuanto a la actitud del emprendedor pero sí lo es para poder continuar con nuestra actividad. Es necesario un estudio exhaustivo del capital inicial del que dispones y de cómo lo puedes distribuir. Si no hacemos esto y en algún momento, tenemos que ir en la cuerda floja, las empresas competidoras que tengan una mayor cantidad de dinero, podrían pasarnos por delante. 

– Control: esta pauta puede ir unida a la que hemos comentado de mirar siempre en la misma dirección. Una vez nuestro producto está circulando en el mercado, si éste funciona y nuestras ventas suben como la espuma, esto no debe hacernos volvernos locos. Debemos seguir con nuestra estrategia y no cometer el error de aumentar la producción al límite porque esto, con el tiempo, nos dejará sin fondos para continuar. En este punto también podemos mencionar la necesidad de no idealizar nuestro proyecto. Hay que ser realistas e ir invirtiendo en lo que sea necesario y, poco a poco, conforme vayamos avanzando, nuestra inversión irá aumentado, pero todo esto, paulatinamente. 

– Riesgo: puede parecer incongruente establecer una pauta como “control” y ahora nombrar”. Pues bien, la clave está en situarnos en la medida justa entre las dos. En primer lugar, como ya hemos explicado, el control es importante a la hora de ser realistas y de no despilfarrar desde un principio. En segundo lugar, el riesgo también es importante porque como bien dice el dicho “El que no arriesga, no gana” Muchos empresarios fracasan porque, a pesar de tener una idea muy buena, no se arriesgan. Por tanto, es importante arriesgarte siempre y cuando, sopesando los pros y los contra, sea rentable para ti. 

– Firmeza: con esta última pauta nos referimos a que, evidentemente, todo no será de color rosa, sino que habrá momentos en los que veamos todo un poco negro. Esto solamente puede servir para motivarnos y pensar que, con positivismo y esfuerzo, todo puede sonreírnos. 

Éstas son algunas pautas que dejamos a vuestra disposición para constatar que emprender no es una decisión alocada y en la que debes arriesgar todo pero tampoco es entrar en el mercado empresarial con miedo y tirando la toalla a la primera de cambio. ¿Estás preparado para llevar a cabo tu actividad empresarial?