El estado de flujos de efectivo, le permite a una asesoría contable evaluar la capacidad de la empresa para generar efectivo en la actualidad y en un futuro, así como sus necesidades de liquidez.
Los usuarios de la información desean conocer si los beneficios se transforman en tesorería que permita a la empresa pagar dividendos, si dispone de efectivo para financiar las inversiones y reembolsar los fondos ajenos o si, por el contrario, existen carencias de tesorería para afrontar la continuidad de las operaciones.
El contenido es fácilmente comprensible por cualquier inversor, aunque no tenga conocimientos contables, pues los conceptos de pago y cobro son fáciles de entender por el gran público. Por otro lado, para el analista financiero y la asesoría contable, el estado de flujos de efectivo es útil para evaluar:
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El origen y el empleo del efectivo de la empresa.
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La determinación del valor de la empresa a partir del valor actual de los flujos de efectivo esperados.
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La dependencia de la empresa del endeudamiento externo.
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La política de distribución futura de dividendos.
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La capacidad para hacer frente a los compromisos financieros de la empresa.
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La calidad informativa del beneficio, donde el analista puede fácilmente estimar la parte discrecional del beneficio, que es la diferencia entre el beneficio y el flujo de efectivo. Esta parte discrecional del beneficio es de menor calidad, dado que es la parte del beneficio derivada de ajustes contables que no implican corriente de cobro o pago, siendo por tanto más manipulables.
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Capacidad de la empresa para generar efectivo para responder a necesidades no previstas.
En conclusión, podemos destacar que el estado de flujos de efectivo es de gran utilidad para la asesoría contable.
¿Que otras utilidades le ves a este estado contable?. Una asesoría contable, podría ayudarte a realizar tu estado de flujos de efectivo.
Aitor Sanjuan Sanz