Si te consideras un emprendedor con un buen proyecto para lanzar al mercado debes llevar a cabo un proceso para convertir en un buen empresario
Para lograr ser un empresario de éxito, es necesario recorrer ciertas etapas que harán que tu empresa alcance los objetivos que pretendes. Estas etapas son las siguientes:
1. Competencia emprendedora: las competencias emprendedoras y los conocimientos entorno al mundo empresarial son aspectos clave que se deben pulir o mejorar al 100% antes de lanzar un proyecto al mercado.
2. Análisis del proyecto: esta etapa se desarrolla justo antes de definir tu empresa y se trata de realizar un estudio preliminar de las ideas de empresa que tienes en mente teniendo en cuenta el contexto y la coyuntura empresarial que son importantes para el tipo de empresa que quieres crear. En Internet existen multitud de tests para evaluar ideas de negocios.
3. Toma de decisiones: una vez hemos investigado el mercado y la viabilidad de nuestra idea de negocio, llega la hora de tomar decisiones y decidir si quieres lanzarte a la piscina y apostar por tu proyecto.
4. Estudio de mercado: esta etapa va enlazada con la segunda, análisis del proyecto, puesto que es una tarea de estudio de campo en la que deberás analizar el entorno empresarial ya sea local, regional, nacional o internacional según el ámbito que queramos acotar en cuanto a nuestro sector y averiguar la viabilidad de los proyectos coincidentes con el tuyo. De esta forma, evaluarás los aspectos que sean importantes para obtener un éxito rotundo o un posible fracaso de la idea. Llega el momento de analizar todo aquello que hayas averiguado en el estudio de mercado con un informe detallado de la idea, los productos o servicios que triunfan en tu sector con la finalidad de que no te quede ninguna pregunta por contestar.
5. Plan técnico: para saber la envergadura de tu proyecto y lo que vas a necesitar para llevarlo a cabo, deberás elaborar un informe de todos los aspectos técnicos que influyen en tu plan de negocio. Estos aspectos técnicos serán:
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Gama de los diferentes productos o servicios.
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Plan de producción, basado en estudio de mercados.
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Personal necesario (funciones, salario, etcétera).
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Tareas necesarias para elaborar el producto o crear el servicio.
6. Análisis económico: con todos los puntos que hayas tratado en las etapas anteriores, podrás evaluar el presupuesto que necesitas para cada tarea o área designando el capital según el trabajo a realizar. Este capital se dividirá en costes fijos, costes variables, materias primeras, gastos de producción, etcétera.
7. Balance general e informe de pérdidas y ganancias: Estos documentos dan la posibilidad de estudiar la viabilidad del proyecto.
8. Estudio Financiero: con este estudio verás si los gastos que tiene empezar a desarrollar tu labor como emprendedor son rentables para ti. Así, definirás aspectos como la durabilidad de la empresa en el tiempo que te ayudarán a tomar decisiones y modificar aquellos aspectos de la idea de negocio que no sean beneficiosos.
9.Estudio de los recursos disponibles: esta etapa es la antesala al lanzamiento del proyecto al mercado ya que, una vez tomada la decisión de seguir adelante, el emprendedor deberá verificar si cuenta con los recursos necesarios para hacer posible el proyecto. Ya te hemos comentado en algún que otro post las posibilidades que existen, si no se disponen de estos recursos, para conseguirlos ya sea a través del crowdfunding o a través de concursos que den la posibilidad de presentar tu proyecto y obtener financiación y un apoyo empresarial.
10. Puesta en marcha de la empresa: esta es la fase en la cual el emprendedor empieza todo y deberá cumplir todos los requerimientos legales para crear una empresa formal, de acuerdo con todos los procedimientos obligatorios y, por ello, conseguir todos los beneficios que la ley puede darte.
11. Consecución de objetivos: cuando un emprendedor decide poner en marcha un proyecto, es necesario marcarse unos objetivos para saber la dirección que va a tomar. A partir de aquí, obtendrá unas ventas, unos ingresos que evaluarán la consecución de esos objetivos con la posibilidad de rediseñarlos y de esta manera ser más competitivos.
12. Evaluación permanente: estamos hablando de que la evaluación del proyecto en cada una de las etapas de la actividad empresarial es permanente. Debemos analizar las metas alcanzadas y el plan de empresa con todas las variables que surjan con el paso del tiempo.
13. Competencia empresarial: la primera etapa de la que hablábamos iba más enfocada a lo que se necesita para lanzar un proyecto, pero las competencias empresariales van más encaminadas a lo que se refiere a mantenerse en el tiempo y a adecuarse a las exigencias del mercado para conseguir una empresa rentable y competitiva en todos sus aspectos.
Estas son las etapas para que un emprendedor constituya una entidad empresarial como se debe. ¿Qué piensas de estas etapas?