En España, cuando hablamos de Propiedad Industrial e Intelectual, estamos hablando de dos términos diferentes. La legislación española dota a cada uno de estos términos con un significado propio.
Por un lado, la Propiedad Industrial protege todas las creaciones que están relacionadas con la industria: patentes y modelos de utilidad, signos distintivos y diseños.
Por el otro, la Propiedad Intelectual se reserva para la protección de las creaciones del espíritu en las que queda plasmada la personalidad del autor, tratándose de creaciones únicas y no producidas industrialmente o en serie.
Esta diferencia plasmada por nuestra legislación nacional no se extiende por el resto de países europeos, ya que nuestros vecinos suelen utilizar el término “Intellectual property” (propiedad Intelectual) en un sentido más amplio, abarcando tanto lo que en España denomínanos Propiedad Intelectual como Propiedad Industrial.
Volviendo a nuestras fronteras, señalar que para cada una de ellas existen leyes diferentes y los organismos encargados de su gestión son también distintos:
La Propiedad Industrial se rige por la Ley 11/86 de 20 de marzo, de patentes de invención y modelos de utilidad, la Ley 17/2001 de 7 de diciembre de marcas y la Ley 20/2003, de 7 de julio, de protección jurídica del diseño industrial. El organismo encargado del reconocimiento de los derechos de propiedad industrial es la Oficina Española de Patentes y Marcas.
La Propiedad Intelectual se rige por la Ley de Propiedad Intelectual. El organismo encargado del reconocimiento de los derechos de propiedad intelectual es el Registro de la Propiedad Intelectual. También indicar que existen Registros Territoriales en varias Comunidades Autónomas, integrados en el Registro General de la Propiedad Intelectual.
Ambas figuras protegen aspectos diferentes de una misma fuente, la creatividad humana. Sin embargo, es muy importante saber distinguir ambas figuras, para ello es necesario consultar una asesoraría como Simple-Ty, dejando nuestros problemas en manos de especialistas en la materia que buscaran el blindaje perfecto entre la propiedad industrial e intelectual, permitiéndonos proteger nuestros bienes intangibles de usos no autorizados y evitando futuras perdidas.